martes, 15 de octubre de 2019

LIBERTAD


¿SOMOS REALMENTE LIBRES?





EN MI FORMA DE SER, ¿QUÉ RECIBO DE OTRAS Y OTROS?

Parte de lo que somos lo hemos recibido de otras personas: nuestro nombre lo recibimos de nuestros padres, las costumbres que se practicamos de nuestra propia familia y sociedad porque interactuamos con ellas. Del mismo modo, el Estado nos asigna una nacionalidad por haber nacido dentro de su territorio. Es más, mucho de lo que queremos hacer y lograr está dado por aquello que valoramos de nuestra cultura o por aquello que los medios de comunicación nos presentan como deseable. En ese sentido, el entorno que nos rodea es fundamental para desarrollar nuestra propia manera de ser. Nuestras prácticas cotidianas, nuestra manera de hablar, de vestir, de pensar e incluso de sentir, están marcadas por formas de vida que nos resultan deseables y que, además, permiten cierto bienestar. Pero no siempre coinciden nuestras preferencias con las aspiraciones de las personas que nos son más cercanas o, en ocasiones, con lo que la sociedad en su conjunto espera de nosotras o nosotros.

Por ejemplo, para muchas personas en nuestra sociedad lo más útil y práctico es contar con una profesión, que le asegure un trabajo e ingresos más o menos estables que se vayan incrementando en el tiempo, en lugar de realizar un arte o seguir una “meta” poco real que sea el inicio de una vida de carencias y dificultades económicas.

Pero ¿por qué se considera que las ciencias o las matemáticas pueden proporcionar más dinero que el arte o las letras? En otro extremo, ¿por qué se cree que vivir del arte es mejor que dedicarse a estudiar otros temas?

En nuestro entorno, encontramos diversos estilos de vida y vamos incorporando a nuestra forma de ser aquellos que predominan en él. El primer agente socializador que lo trasmite es la familia, a través de sus creencias y valores. En segundo término, todas las instituciones educativas y finalmente los demás entes socializadores como son tu comunidad y los medios de comunicación. En ese proceso de contextualización, es importante considerar que, si algunas creencias, valores e ideas se imponen con mayor facilidad en perjuicio de otras, nos encontramos con una situación de HEGEMONÍA CULTURAL (Es la supremacía de concepciones de un grupo frente a otro, haciendo entender que dichas ideas son naturales e inevitables). Esto no es bueno ni malo en sí mismo: debemos ser conscientes de dicha hegemonía para valorar aquellas dimensiones de nuestra vida que podrían estar siendo marginadas.

¿PODEMOS SER LIBRES?

Libertad es la facultad o capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad. Esto se resumen en la capacidad individual de tomar decisiones por sí misma o sí mismo. Sin embargo, a veces, sin darnos cuenta, podemos ser esclavas o esclavos de esas decisiones. Por ejemplo, eso sucede cuando elevamos a necesidades simples deseos. Es el caso de adquirir ropa por el simple hecho de estar “a la moda”. Como nos damos cuenta, nuestra libertad pareciera estar determinada socialmente.
Entonces, ¿podemos ser libres frente a una sociedad que tiende a decirnos lo que debemos valorar? Sí. Podemos serlo cuando entendemos que la libertad implica actuar racionalmente, con prudencia, entendiendo que nuestras decisiones, por pequeñas que sean, pueden mejorar o empeorar nuestra convivencia y afectar o no los derechos de las personas.
Muchas veces no es fácil tomar una decisión. Por ello, la verdadera libertad se expresa cuando tenemos en consideración diferentes puntos de vista al tomar decisiones. Cuando ejercemos nuestra libertad analizando diferentes puntos de vista y establecemos argumentos que justifican nuestras decisiones, entonces actuamos con convicción: por un sentido propio de deber. A este tipo de libertad le llamamos autonomía.

Por ejemplo, Si nosotros elegimos una carrera profesional o artística que a nuestros padres no les agrada ¿Expresaríamos nuestra libertad si decidimos continuar o si optamos por hacerles caso y cambiar a una que a ellos les guste?

Si somos verdaderamente libre, le preguntaremos a nuestros padres cuáles son sus razones, luego les presentaremos las nuestras. De esta forma, predominará la comprensión y no la obediencia, sea cual fuere la decisión final. Lo que queremos no se defiende únicamente apelando a nuestros gustos. Somos personas que vamos descubriendo nuestras características y cualidades personales indagando, explorando y dialogando.
Cuando nos veamos tentados a encerrarnos en nosotras mismos, siempre será mejor procurar apertura, especialmente hacia personas de nuestra confianza. Esa es la mejor forma de actuar con libertad.

¿EL USO DE NUESTRA LIBERTAD GENERA PROBLEMAS?

En algunas ocasiones, en el ejercicio de su libertad, las personas pueden inadvertidamente contribuir al establecimiento de situaciones de inequidad o a impedir que otras las superen. Esto pasa, por ejemplo, con el mal uso de los asientos reservados en el transporte público. Los pasajeros de un servicio de transporte tenemos derecho a sentarnos, siempre que haya asientos libres y que esos asientos no sean asientos reservados. ¿Cuántas veces hemos visto que alguien ejerce mal su libertad e impide utilizar un asiento reservado a una persona que lo necesita? Esa es una escena que se repite muchas veces en el Perú.

De hecho, en nuestro país, a pesar de los avances, la desigualdad afecta todavía mucho a nuestra sociedad. Cada vez que viajamos en un autobús, encontramos que para las personas discapacitadas o de la tercera edad es difícil subir: siempre necesitan del apoyo de alguien con buena disposición. Ahora bien, imaginen que en su barrio hubiese personas mayores o discapacitadas que siempre necesitaran recibir ayuda para subir al bus. Para solucionar esta situación, ¿bastaría enfrentar dicho problema con iniciativas individuales? ¿O sería mejor buscar que los buses cuenten con rampas o accesos que faciliten la entrada y desplazamiento de esas personas?




¿QUÉ ES EL LIBERTINAJE?

La libertad es un derecho y un valor que es acompañado con el respeto y la responsabilidad. Todos tienen la libertad de actuar, pensar y decir lo que uno quiere siempre y cuando no afecte a los otros porque sería imposible distinguir dónde termina y empieza la libertad del otro
Libertinaje es una actitud de abuso de la libertad dada en que el sujeto no asume las consecuencias de sus propios actos.
La diferencia entre libertad y libertinaje radica en que en libertad existe el respeto por los otros además de asumir las consecuencias que conllevan los actos y palabras ejercidos en libertad.
El libertinaje es usar y abusar de la libertad sin tener en cuenta a los demás ni a las consecuencias provocadas asociadas generalmente, pero no solo, a los valores éticos y morales de cada sociedad.




PIZARRA:





TAREA:





RETO SEMANAL:

Antes de empezar con este reto, fíjate en las REGLAS DEL BLOGG. Una vez realizado eso, responde y argumentar:




Dale un click a tu sección, llena el formulario y envía tu respuesta. Recuerda que tienes hasta el sábado 19/10 para poder responder.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PARTICIPACIÓN CIUDADANA